CÓMO DUELE COLOMBIA. Segunda parte.
Por Peloecaña
En el artículo anterior habíamos quedado en
la protocolización de los partidos. Continuamos.
El Partido Liberal que apenas acababa de nacer,
aún no se había destetado; nació el 16 de julio de 1848, por iniciativa de sus jefes y con el respaldo
de las sociedades democráticas, mayoritariamente integradas por presuntos
artesanos, creadas, orientadas, dirigidas y tuteladas por los jefes
de entonces, decidió debutar públicamente en el acto de elección del Presidente
de la República, entrando por la puerta de atrás a la historia de Colombia.
Las sesiones del Senado, sucedidas los días
6 y 7 de marzo de 1849, son los hechos más antidemocráticos, bochornosos y
vergonzantes de nuestra historia republicana. Allí, una turba
enardecida y previamente embriagada, tumultuosa y violenta, bajo la amenaza de
puñales y garrotes, de manera intimidante, eligió el primer Presidente
liberal de Colombia.
En esa sesión vergonzosa, en el último voto
escrutado, el emitido por el Dr. Mariano Ospina Rodríguez, se leyó: " Voto por el general José Hilario López para
que no sea asesinado el Congreso granadino".
Sostiene el general Joaquín Posada
Gutiérrez, eminente cronista e historiador cartagenero, testigo de los hechos
acaecidos, que la constancia del voto de Don Mariano Ospina Rodríguez hubiera
sido más digna de encomio si hubiera dicho: "Voto por el doctor Rufino Cuervo, aunque sea asesinado el
congreso". Coincido plenamente con la apreciación del historiador.
CÓMO DUELE COLOMBIA.
El actuante político liberal Dr. Rafael
Pardo Rueda, hasta hace pocos días Ministro del gobierno saliente, ha escrito
un voluminoso libro que tituló: La historia de las guerras, en el
cual, con honestísimo rigor histórico, y corriendo todo el riesgo de ser
descalificado por algunos de sus copartidarios, nos narra cómo mas de la mitad
de las guerras que en Colombia ha habido, fueron iniciadas, propiciadas y casi
siempre perdidas, por jefes liberales que se negaban a aceptar la vigencia de
los gobiernos conservadores, constitucional y legítimamente
elegidos. Esto sucedió en la segunda mitad del siglo XIX .
Derrotado el Partido Conservador en 1930,
accede al poder nuevamente el liberalismo y es elegido Presidente el Dr.
Enrique Olaya Herrera.
Durante ese cuatrienio sucedió la guerra
con el Perú; la ganamos en el campo de batalla y fuimos derrotados en el campo
diplomático, perdimos el territorio que el dictador peruano Sánchez Cerro
había invadido a Colombia, y para quienes amamos la verdad verdadera, aún está
el eco de los memorables discursos de Laureano Gómez y Augusto Ramírez Moreno,
el leopardo invicto, en el recinto del Congreso, fustigando a Olaya por la paz
de los perdidos.
Cualquier parecido con la paz con la
guerrilla no es casualidad, es la repetición de la historia con el protagonismo
del mismo Partido.
Durante el mandato de Olaya Herrera también
hizo carrera el reparto de la mermelada, para comprar las conciencias de
quienes siempre la tienen en subasta; nació el lentejismo y lo que, en su
momento, se llamó el romanismo; y hoy, una vez más, se repite la historia.
Luego vinieron: el gobierno de El Tío,
con las matanzas de Gachetá y el viejo Caldas; los dos gobiernos de
López Pumarejo, con los hijos del ejecutivo, la Handel, el crimen de Mamatoco y
el golpe de Pasto; la llegada saludable y refrescante del Alberto LLeras
Camargo; la presidencia de Ospina Pérez, el 9 de abril de 1948, la
reivindicación de su abuelo, con su constancia esa sí histórica, "Para la democracia colombiana, vale mas un
Presidente muerto, que un Presidente fugitivo"; la elección
de Laureano Gómez; el 13 de junio que trajo la dictadura de Rojas Pinilla, con
SENDAS y la Nena, Samuel Moreno Díaz, la matanza de la plaza de toros;
luego la Junta militar; después el oasis del Frente Nacional y sus cuatro
Presidentes; la guerrilla liberal con Guadalupe Salcedo, Dumar Aljure,
Sangrenegra y Desquite, y Tirofijo, el cura Pérez, y como no podía faltar
el guerrillero conservador, Efraín González.
Luego llegó al Palacio de San Carlos,
Afonso López Michelsen, con la Hacienda de la Libertad, y dando un salto
en la historia, el cuarteto fatídico, Santofimio, Samper, Serpa y Santos con
los asesinatos de Luis Carlos Galán Sarmiento y Álvaro Gómez Hurtado y la
fementida paz con la guerrilla.
CÓMO DUELE COLOMBIA.
Para terminar y cerrar con broche de latón,
nos tenemos que tragar la rueda de molino del autor de la memoria histórica de
Colombia que, enajenado, afirma que la violencia en Colombia nace con Laureano
Gómez, la Iglesia Católica y el Partido Conservador. ¡Que cinismo!
Pregunto: ¿Qué cuota de responsabilidad
histórica le cabe a los autores intelectuales de la conspiración
septembrina y a los electores de José Hilario López en el origen de la
violencia partidista en Colombia?
Como nos duele Colombia Peloecaña y más ahora con esa dizque tal consulta ANTI-CORRUPCIÓN. Varios motivos, acá están y para que después no se quejen los que participen en ella, de forma inútilmente. Mejor es no salir a votar. ¿Para qué? ¡Para perder tiempo! Ojo.
ResponderEliminarhttps://youtu.be/RwtNuoSIo00
NO Y 7 VECES NO A LA CONSULTA ANTICORRUPCIÓN (Titulo del Vídeo).
Y, antes de salir: No olviden que así sean que voten en pro o en contra, los mismos corruptos - mermelados siguen ganando jugosas pensiones. Para ser más claros, esta consulta tiene tintes corruptos en el fondo y siguen surgiendo preguntas, sospechas y mejor paremos de contar. Para no desengañar a sus participantes para antes o peor -para- después. ¡Que tal! Profesor Peloecaña a destapar esta otra olla podrida. Si Alvaro o Ivan no se atreven, nosotros el Pueblo, lo hacemos.