EL SERVICIO MILITAR OBLIGATORIO
Por Peloecaña
La mejor manera institucional de
contrarrestar la perniciosa tarea de FECODE, y su nefanda influencia en la
educación de niños y adolescentes en Colombia, es la instauración del servicio
militar obligatorio para todos los jóvenes que resulten aptos desde
el punto de vista físico y para quienes tengan limitaciones de esa
índole, pero que bien pueden desempeñarse en labores diferentes a la
milicia.
Durante el servicio castrense los jóvenes
colombianos deberán ser instruidos y educados, no solo en el manejo de armas,
estrategia y tácticas militares, disciplina prusiana, sino en labores
estrictamente académicas, con énfasis en el proceso enseñanza aprendizaje de
normas de comportamiento ético y civilista.
Si el servicio militar es de dos años
deberá expedirse un pensum para el bienio, que incluya comportamiento y
salud, ética y moral, hidalguía, honor y lealtad a la patria, valores
tradicionales inherentes a la nacionalidad.
Para ser buenos, excelentes soldados, no es
suficiente con aceptar a rajatablas la disciplina militar, conocer del manejo de
distintos tipos de armas, saber distinguir las enseñas que identifican cada
grado jerárquico de suboficiales y oficiales, sino que hace falta el
conocimiento profundo en otras áreas del saber; esto es indispensable para
ser persona de bien, ciudadano ejemplar y patriota consumado.
Si alguien, con buen sustento pedagógico,
presenta a consideración de las autoridades pertinentes un plan de estudios,
racional y cumplible, que capacite para la vida mediante educación intensiva, a
quienes prestan el servicio militar, la diabólica influencia de los maestros
marxistas podrá ser contrarrestada exitosamente y el resultado de esa labor educativa,
pronto dará cosecha opima, para la sociedad y para Colombia entera.
Si se reparte la jornada diaria de un
soldado desde la diana hasta el toque de descanso, entre
instrucción militar y en la formación de excelentes ciudadanos, una
vez regrese a la vida civil, sin duda, la Patria volverá a existir y el
nombre de Colombia nos volverá a hacer trepidar.
En todos los cuarteles de la patria se debe
enseñar Historia Patria, para saber quienes fueron nuestros aborígenes,
caribes, chibchas, paeces, aruacos, pijaos, panches y motilones, tunebos,
muiscas, quimbayas y guajiros.
Se debe responder al rompe, quien fue
Bochica, Suamuxi, Chia, Buciraco, Panquiaco.
Hay que tener presente quien fue Cristóbal
Colón, que eran La Pinta, La niña y La Santamaría, que fue Santa María la
antigua del Darién.
Quiénes fueron Rodrigo de Bastidas, Pedro
de Heredia, Sebastián de Belalcázar, Alonso de Ojeda, Américo Vespucio,
Vasco Núñez de Balboa, Francisco Pizarro, los Trece de la Fama,
Nicolás de Federmán, Jorge Spira y Ambrosio Alfinger, etc., etc.,etc.
Quiénes fueron Pablo Morillo, Juan Sámano,
Antonio Caballero, Amar y Borbón.
Qué protagonizaron José Antonio
Galán, Francisco Berbeo y Lorenzo Alcantuz.
Quiénes fueron Manuela Beltrán, Antonia
Santos, Mercedes Abrego y Policarpa Salavarrieta.
Porque cuando no existía FECODE, a
nosotros sí nos ilustraron de la existencia y vida de Camilo Torres Tenorio,
Francisco José de Caldas, José Celestino Mutis, Simón Bolívar, Francisco de
Paula Santander, José María Córdoba, Antonio Nariño, Atanasio Girardot, Antonio
Ricaurte, el inmaculado Sucre, José Prudencio Padilla, Hermógenes Maza, Tomás
Cipriano de Mosquera, José Hilario López, José María Obando, Rafael Núñez,
Miguel Antonio Caro, y todos los presidentes de Colombia desde Bolívar hasta
los Presidentes del Frente Nacional.
¿Acaso saben los menores de 25 años, con
conocimientos fidedignos y ciertos, quienes fueron Jorge Eliécer Gaitán, Luis
Carlos Galán Sarmiento y Álvaro Gómez Hurtado?
¿Y cómo pretendemos que quieran a
Colombia, un país que desconocen, gracias a FECODE, las nuevas
generaciones colombianas? Por eso en los cuarteles, también hay que
enseñar Geografía Patria.
Y, desde luego, nuestros soldados, al
reinsertarse a la vida civil han de ser expertos en Instrucción Cívica y en la
Urbanidad de Carreño.
Y, aunque parezca pasado de moda, también
debemos restaurar la presencia de Dios en nuestro corazones.
Si tengo la fortuna de que mis
inquietudes sean tenidas en cuenta, habrá de nuevo luz en la poterna y guardián
en la heredad.
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminarLA GUERRA QUE SE VIENE ES CRUENTA, REINCORPORACIÓN DE MIOLITARES PATRIOTAS, RENOVACIÓN TOTAL DEL EJERCITO, SERVICIO MILITAR OBLIGATORIO, SIN EXCEPCIÓN PARA TODOS LOS JÓVENES Y TODOS A PONER SU GOTA DE SANGRE, Y DEJEMOS DE DECIR QUE EL EJERCITO ES COBARDE, QUE NUESTYROS HIJOS Y NIETOS SALVEN ESTA PATRIA,
ResponderEliminarBuen Comentario..
ResponderEliminarsinceramente wisasa
COPIETAS, ESA IDEA LA DI YO EN LHDLV
ResponderEliminar