LA  METAMORFOSIS DE UN ELECTOR DE DUQUE

Por Peloecaña

Yo, Peloecaña, cuando el Dr. Álvaro Uribe Vélez encabezó la lista cerrada del uribismo para el Senado, voté por esa lista; aún no existía el Centro Democrático y a los electores de esa opción nos aplicaron el sistema LP, que consiste en que compramos un disco de larga duración, porque uno de los temas musicales que aparecen en ese acetato nos gusta mucho; de pronto hay varias canciones o piezas musicales que también nos halagan, y otras que ni siquiera conocemos, y nos arriesgamos a comprar el LP,  a sabiendas de que en él hay canciones que no nos gustan; lo importante es oír en el gramófono senatorial lo que nos gusta de verdad.

A fuerza de escuchar las interpretaciones, terminamos por querer que suenen otras, porque, sin duda, son melodiosas y agradables al oído, al intelecto y al corazón y nos resignamos al sacrificio de tolerar lo indigerible. Eso me pasó con la interpretación de Iván Duque; resultó excelente músico, tanto que, por dos legislaturas, fue escogido por sus colegas como el mejor integrante   de la orquesta. 

Poco a poco, y por el virtuosismo de sus solos, se posesionó como gran intérprete, y el Maestro Uribe se prendó de tan eximio intérprete, y lo adoptó como su pupilo preferido.

Como las redes sociales no perdonan y son expertos, sus usuarios, en destruir figuras y en consagrar ídolos, a veces con pies de barro, viendo el destacado y merecido sitio del Dr. Duque, cercanísimo al  director de la orquesta, empezaron a cuestionar la novísima estrella, por la dudosa ortografía de sus mecenas  de antaño, un pseudo filántropo europeo patrocinador de ONGs pro izquierdista, amigo de los movimientos guerrilleros colombianos, y promotor de la ideología de género y del matrimonio homosexual.

Otro padrino que le endilgaban al Dr. Duque, ese sí era super conocido de la opinión pública colombiana, el más nefando de los gobernantes que en Colombia han sido y el más ostentoso ciudadano modelo del desprecio a la Constitución, la ley y a las buenas costumbres, el Guerrillero del Chicó.

No se preocupó el cuestionado ídolo de despejar duda alguna y, en consecuencia, algunos ciudadanos, entre los que me incluyo, optamos por aplicar la sabiduría popular que señala: "El que calla otorga".

El Dr. Uribe, acostumbrado a señalar la pauta y a enseñarnos el camino, a sus copartidarios y a quienes sin serlo lo admiramos y acatamos, consideró que el mejor candidato presidencial del Centro Democrático era el Dr. Iván Duque Márquez y, para darle un sello de legalidad a esa candidatura, propuso el mecanismo de una encuesta, contratada con una firma que mide el pulso de la opinión, cuyo propietario ha sido un antiuribista sistemático, y a ella se sometieron, entre otros, el Dr. Rafael Nieto Loaiza, sin duda el preferido por las bases de la militancia de ese Partido.

Muchos de los filocentrodemócratas aún se quejan de que nunca pudieron participar en esa medición que escogió al hoy Presidente de la República.

Pero como al Centro Democrático no le alcanzaba la polenta para elegir Presidente, se conformó la Gran Alianza por Colombia y nos fuimos a una consulta popular, cuyo resultado es de todos conocido y en la que participaron, además del candidato del Dr. Uribe, otros candidatos, como la Dra. Martha Lucía Ramírez y el Dr. Alejandro Ordóñez Maldonado.

Quienes  aceptamos esa consulta no podíamos participar en ella y después desconocer su resultado; esa actitud hubiera sido a todas luces inmoral y deshonesta.

Triunfante el candidato del Centro Democrático, aceptamos su triunfo, y por el resultado se conformó la dupla Duque - Ramírez, que tuvo una mayoría contundente  y hoy rige la República de Colombia.

Pero a escasos once días de la posesión presidencial flota en el ambiente un sentimiento de frustración y  descontento, por lo que hasta hoy hemos  visto. 

Señor presidente Iván Duque Márquez, señora vicepresidente Martha Lucía Ramírez: oigan el clamor popular, no puede ser tan grande el número de equivocados y descontentos.

VOX POPULI VOX DEI.