martes, 23 de febrero de 2016




CANDIDATURA A LA FISCALÍA GENERAL DE LA NACIÓN

Por Pelocaña

Dice el párrafo segundo del artículo 249º de nuestra Constitución Política: "El fiscal general de la nación será  elegido por un período de cuatro años, por la Corte Suprema de Justicia, de terna enviada por el presidente de la República, y no podrá ser reelegido. "

Si el presidente terna al Dr. Fernando Londoño Hoyos tendrá la oportunidad de aparentar que no es rencoroso, y la Honorable Corte Suprema de Justicia la opción de interpretar que la inclusión del  nombre del jurista manizalita es por cumplir y, en consecuencia, el elegido debe ser alguien distinto, a no ser que por aquello del postconflicto el nominador entienda que quien más llena de garantías a Colombia es el Dr. Londoño y lo eligen y, de paso, libran al presidente del cirirí de los editoriales diarios del único espacio radial que dice la verdad. 

Desde luego que los amigos de la paz con impunidad saltarán a porrillo, recordando que el Director de La Hora de la Verdad está inhabilitado para ejercer cargos públicos, según la sanción impuesta por el Procurador viudo de La Cacica; es decir, por el cacique vallenato.

Frente a esa coyuntura, existen soluciones absolutamente legales y, concretamente, la señalada en el capitulo cuarto de la Ley 734 de 2002, de la Revocatoria Directa, artículo 122º, que reza: "Los fallos sancionatorios podrán ser revocados de oficio o a petición del sancionado, por el Procurador General de la Nación o por quien los profirió.", y así muere la inhabilidad de la sanción.

El Dr. Londoño cumple con lujo de atestados las calidades que la misma Constitución consagra, cuando ordena que el Fiscal General de la Nación debe acreditar las mismas calidades exigidas para quienes son designados miembros de la Corte Suprema de Justicia.

Solo así Colombia tendrá certeza de gozar de pronta y cumplida justicia, y todos tendremos la confianza plena de cómo con centinelas de la institucionalidad de los quilates del Procurador y del Fiscal, todos podremos estar tranquilos, pues no habrá más abuso del Derecho. 

Todo eso, si el Dr. Londoño está dispuesto a sacrificarse una vez más y a prestarle otro servicio a la patria. 

¿Se dan cuenta cómo soñar no cuesta nada y que deberemos seguir llorando sobre la leche derramada?



2 comentarios:

  1. Los deseos bondadosos provienen de corazones igualmente generosos y bondadosos. Pero una parte de la propuesta si me parece que se podria rescatar y es la de conseguir muchas firmas solicitando al procurador hacer uso de sus funciones para derogar la sancion impuesta por ser injusta, en primer lugar, y por buen comportamiento a lo largo de todo este tiempo de la sancion."Paz SIN impunidad"

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  2. Completamente de acuerdo con el columnista. Colombia fuera distinta con personajes como el Dr. Londoño en las altas responsabiidades estatales. Soñemos porque soña no cuesta nada, es gratis.

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