domingo, 21 de febrero de 2016







LOS PESOS NO TAN PESADOS CONTRA VARGAS LLERAS

Por Peleocaña

Según informaciones periodísticas, cuya fuente no es precisamente Vicky Dávila, en días pasadas se reunieron invitados por el expresidente Gaviria, los jefes del Partido Liberal, Horacio Serpa Uribe; del Partido de la U, Roy Barreras; y el jefe del Partido Conservador, David Barguil.

Ese condumio en casa del recientemente protocolizado suegro del otrora jefe conservador, hoy hijo político de Gaviria, me hizo acordar del jocoso, pero real sentir de un extinto jefe del conservatismo  de Cundinamarca, oriundo de Ubaté, don Sixto Márquez Garzón, extinto no por la muerte de ese partido sino por el fallecimiento de tan connotado jefe azul.

Don Sixto fue un destacado jefe de su partido, y en tal virtud fue Concejal de Ubaté, Diputado a la Asamblea de Cundinamarca, Representante a la Cámara y Senador de la República, amén de miembro del Gabinete Departamental, en más de una ocasión.

Como en ejercicio de la actividad política, los diálogos y reuniones son inevitables, cuando a este excelente ciudadano y mejor persona, siempre que lo invitaban a reunirse con más de dos, preguntaba: "¿Contra quien nos vamos a unir?".

Pues bien, el doctor Gaviria invitó a manteles a los jefes de distintos partidos, para hablar de la necesidad de mantenerse “unidos contra las aspiraciones presidenciales de Germán Vargas Lleras a la Presidencia de la República".

No sé si la reunión fue de los pesos pesados de la mesa de unidad que respalda al Gobierno Santos.

Veamos: 

El doctor Gaviria es un político de mucho peso en la cola.

El doctor Horacio Serpa también tuvo mucho peso, especialmente en el bigote; pero se destacó más como escudero fiel del expresidente Samper, sin reatos de ninguna clase se enterró con su amigo con todo el peso del proceso 8.000 y todas las implicaciones que el dislate trajo.

El médico Barreras quiso entrar al clan de los pesos pesados, haciéndose compadre del Presidente Uribe, pero su raquítica lealtad al Gran Colombiano lo dejó en sus platas; no llega ni a peso pluma.

Y como dicen, el parentesco de afinidad no le significó al doctor Gaviria perder una hija, sino ganar un hijo, hijo que, desde luego, perdió el Partido Conservador; entonces podemos concluir que el peso específico del doctor Barguil es de la misma categoría del de Simoncito; no llega a peso papel.

El doctor Germán Vargas Lleras, el sí peso pesado de la política colombiana, igual que el expresidente Gaviria, debe estar riéndose de la unión en contra suya, por la insolvencia de los escogidos  como socios conspiretas, por quien les dio la bienvenida al futuro a los colombianos todos.

Mas que esa alianza desnutrida y famélica que intenta el expresidente Gaviria contra Vargas Lleras, éste debe olvidar ese temperamento hirsuto y prepotente que hasta hoy le ha significado el mote de Terciopelo, y le sugiero que haga un cursito de humildad; la arrogancia y la “inmamabilidad” son incompatibles con el ejercicio exitoso de la política.

Pero tengan seguro que ese minisindicato en su contra no le quita el sueño al doctor Germán Vargas Lleras.


21 de febrero de 2016.

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