lunes, 11 de enero de 2016









LA VENTA DE ISAGEN


Por Peloecaña


Oí la entrevista simultánea a la Dra. Martha Lucía Ramírez y al  cenador con c, que insiste en llamarse conservador, y que igual que su colega marxista, también se peda.

No soporté sino la primera respuesta al entrevistador, ofrecida por el pseudo godo, porque la pobreza de sus argumentos me sacó corriendo y me negué a escuchar más.

Afirmó el enmermelado cenador,  con c de costeño, en la única respuesta que le oí, que por ser los líderes dentro del gobierno de la venta ominosa de ese activo,  propiedad de todos los colombianos,  también miembros de esa asociación para delinquir en que han convertido el otrora Glorioso Partido Conservador, los ministros de Hacienda y Minas, su partido les debe solidaridad, término que cínicamente homologa con complicidad; y refuerza sus razones para justificar su postura digestiva, esgrimiendo su militancia en la mesa de unidad, como si esa desafortunada circunstancia fuera un honor en vez de un baldón. 

¡Qué vergüenza! que sea el Partido Liberal por boca de su codirector Horacio Serpa, uno de los señalados de la autoría intelectual del magnicidio del Dr. Álvaro Gómez Hurtado, quien pretenda darle lecciones de patriotismo y sentido común a esos tránsfugas del Partido de Caro y Ospina, en este caso concreto y puntual, la venta de ISAGEN.

Proclaman los defensores del exabrupto: "O ISAGEN o carreteras". ¡Pues ni lo uno ni lo otro! Colombia se quedará sin vías de cuarta generación, ni secundarias, ni terciarias, ni trochas y también sin la propiedad de las empresas generadoras de energía eléctrica. 

Auguro que todo será para mermelada y para los gastos del postconflicto.

El presidente Santos debería emplear la norma, de pronto todavía vigente, que le da prioridad a los trabajadores de las empresas estatales, cuando las ofrecen en venta,  como primeros opcionados a ser sus nuevos propietarios, aunque sea porcentualmente.

Y entonces, así como pretende la conexidad de los delitos atroces cometidos por la guerrilla, con los delitos políticos, podría proponer la conexidad laboral de las voladuras de las torres de energía, con actividades que constituyan la presunción de la existencia de una relación de trabajo, como trabajadores del sector eléctrico estatal, por tan altruista desempeño.

Es ahí cuando aparecerá algún erudito jurista que esgrimirá la teoría del contrato realidad, y entonces "Timo" y sus muchachos podrán acceder a una tajada importante de la propiedad de ISAGEN, teniendo la certeza de que el Consejo de Estado, con el mismo sustento jurídico, la mermelada, que avaló las actuaciones de Petro y que pretende la nulidad de la elección del señor Procurador, respaldará la validez jurídica de la venta de esa propiedad, por esencia espuria.


10 enero de 2016.

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