viernes, 22 de abril de 2016






COLOMBIA SE CANSA

Por Peloecaña

Bien vale la pena intentar un conato de análisis político. 

El país poco a poco está aterrizando que no amarizando; el impacto del desgobierno y de los abusos del régimen empiezan a producir resultados.

No impunemente se puede confundir la patria colombiana y el país nacional con la caneca de la basura; ni quienes detentan el poder pueden seguir comportándose como los depredadores del transmilenio, que rompen y destruyen a su antojo, en medio de la más vergonzosa impunidad.

Cuando la turba liberal, instigada por los lideres de ese partido, en marzo de 1849, a punta de garrote y de puñales, sojuzgaron e intimidaron las mayorías del Congreso, reunido en el Templo de Santo Domingo en Bogotá e impusieron  a José Hilario López como presidente espurio de Colombia, al ser enfrentados esos líderes rojos por la afrenta a la democracia y a la república naciente, uno de sus mas connotados epígonos, Don Tomás Murillo Toro, definió con cinismo repugnante que lo sucedido eran meros "retozos democráticos".

Así irrumpía el Partido Liberal a la historia de la política en Colombia y desde ahí hemos  padecido un régimen de vergüenza; desde luego con contadas y honrosas excepciones como los Lleras y Turbay, auténticos demócratas y gobernantes dignos.

Hoy, 165 años después, los retozos democráticos se reiteran y las "sociedades democráticas" han sido suplantadas por las FARC y los garrotes y puñales que violentaron las mayorías del Congreso reunido en la iglesia Santo Domingo, para elegir Presidente, fueron cambiados en todo el país por los fusiles de la subversión en algunas zonas rurales y por la mermelada del gobierno, en todas partes, para falsear la voluntad popular.

La Justicia politizada, la justicia retaliadora, la justicia garrote ha rebasado todos los límites de oprobio y atropello al Derecho y Colombia se cansa, se hastía, se vomita por tanto atropello y tanta indignidad.

La carta del Dr. Álvaro Leyva Durán al señor expresidente Uribe es el comienzo del fin de tanta depredación y de tanta mentira.

La última orden de timochenko al Presidente Santos es la más patética demostración de la subordinación del desgobernante a la guerrilla prepotente y sobradora.

La petición de los expresidentes  Betancur, Gaviria, Pastrana y Uribe es un llamado a que vuelvan la dignidad y la majestad de la justicia, tan pisoteada por el minifiscal actual, de cuyo nombre no quiero acordarme.


22 de octubre de 2014

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