jueves, 14 de abril de 2016





LA DESIGNACIÓN DEL FISCAL GENERAL DE LA NACIÓN


Por Peloecaña

El artículo 249º de la Constitución Política de Colombia crea la Fiscalía General de la Nación, señala las calidades que el titular de esa entidad debe cumplir y, además,  dice la manera de designarlo.

Ese proceso de escogencia del fiscal lo han convertido los intervinientes, representantes del régimen, presidente que terna y magistrados que eligen, en el más repugnante y asqueante proceso de indignidad y de vergüenza ante el mundo civilizado.

No hace mucho, los magistrados que eligen la máxima autoridad individual de la Rama Jurisdiccional de la República, por mandato constitucional, decidieron desconocer las ternas que en varias oportunidades les enviara el mandatario de turno, poniéndose de ruana literalmente la Constitución; no fue hasta que el presidente Santos confeccionó una terna que incluyera el candidato a su medida y de sus predilecciones que cumplieron su obligación constitucional.

¿Por qué no utilizan los magistrados electores su poder de reformar, por si o por interpuesta persona, la Ley de Leyes y eliminan la confección de una terna que no es más que tomadura de pelo y consagran que sean ellos los únicos postulantes y nominadores de tan encumbrado funcionario? 

La vergüenza que nos agobia y aflige la causa, en primer lugar,  el presidente Santos quien, en un derroche de sus habilidades de tahúr, decide convocar a quienes a bien lo tengan, a inscribir sus nombres y enviar sus atestados para acreditar sus calidades profesionales para ser dignos de acceder a los altares de tan honroso beneficio.

¡Presidente mentiroso, aspirantes ingenuos y autosatisfechos! Esa convocatoria no es más que una masturbación colectiva.

¿Qué sucede si el presidente decide conformar una terna en la que no aparezca ninguno de los aspirantes inscritos? ¡Nada, absolutamente nada! y Santos lo sabe. ¡presidente tramposo!

He ahí el primer capítulo de la vergüenza.

Capítulo siguiente: como para ser ternado no son elementos únicos y esenciales ni la sapiencia jurídica ni la solvencia moral, como debiera ser, entonces,  entran en juego los intereses creados.

Como la fiscalía tiene autonomía administrativa y presupuestal, y algunos políticos se alimentan del presupuesto y de la burocracia, este filón no debe estar sino en sus manos.

Aparecen los directores del Partido Liberal y acuden al despacho presidencial para notificarle a Santos que si el fiscal no es de su partido, se retirarán del gobierno.

Según María Isabel Rueda y El Tiempo, santistas de conveniencia, a eso fueron los doctores Serpa y Gaviria a palacio.

Aparentemente su candidato a figurar en la terna es el fiscal encargado, Dr. Perdomo; parece que él reúne las dos condiciones, es liberal y, de pronto,  de las minorías diferentes; es decir, correligionario doble del expresidente pereirano. 

¿Cuáles son las razones de la exigencia del Dr. Serpa? ¿Acaso tienen que  ver con la garantía  de que el continuismo en el ejercicio del cargo, en cuerpo ajeno de Montealegre, le asegura la impunidad frente a las acusaciones que lo sindican de ser coautor intelectual del magnicidio del Dr. Álvaro Gómez Hurtado y, de paso, cubre con la misma sombra de impunidad a su jefe Ernesto Samper? Ahí si ¡averígüelo Vargas!

Y al Dr. Gaviria, ¿que lo mueve a coadyuvar el chantaje? Algunos dicen que su solidaridad con el Dr. Perdomo es por motivos de colegaje, pero que yo sepa el expresidente no es abogado.

Y vean el varapalos en que está metido el presidente. Uno de los posibles ternados es el Dr. Néstor Humberto Martínez, al parecer militante del Partido Cambio Radical del cual es jefe el vicepresidente Vargas Lleras, a quien Serpa y Gaviria han vetado y exigido su renuncia al cargo que ostenta porque, según los dos, compite con ventaja en la lucha por la presidencia.

Ese veto a la figuración del Dr. Martínez es una jugada de tres bandas porque, de ser aceptado por Santos, sería un golpe bajo, uno más,  a sus contradictores velados u ostensibles, reales o imaginarios.

Si no estuviéramos padeciendo un régimen que nos sojuzga y asfixia, que nos atropella y humilla, no estaríamos soportando tanta pena y tanta bellaquería.

El solo padrinazgo político partidista, ejercido a favor de cualquiera de los aspirantes a  figurar en la terna, es un motivo y una causal de impedimento por la prosapia y condición de los padrinos, tan exactos a don Vito Corleone, que lastima la dignidad de la República.

Santos y el régimen han convertido a la Administración de Justicia en un traje preconfeccionado, que requiere modelos de la talla moral de Montealegre o Bustos.

Los doctores Serpa y Gaviria deben ir pidiendo audiencia desde ya a todos y cada uno de los magistrados electores del fiscal para que ellos, en su sabiduría,  decidan si los oyen en sala plena o de manera individual en sus despachos, a pesar de la prohibición reglamentaria de recibir en sus despachos a litigantes e intermediarios.

Los doctores Serpa y Gaviria le deben una explicación, clara y nítida  a la militancia liberal que en mas del 99% es decente, limpia y honesta y no comulga con esas prácticas tortuosas que solo buscan la satisfacción de apetencias personalísimas y jamás el querer de su partido.  

Señores, ¡ni tanto deshonor, ni tanta indignidad!


3 comentarios:

  1. ¿TAMBIÉN LA ESCOGENCIA E INVESTIDURA DEL NUEVO FISCAL SE HARÁ COMO MADARSE A CONFECCIONAR ROPA DONDE EL SASTRE? ES DECIR, FISCAL A LA MEDIDA DE LAS NECESIDADES PALACIEGAS. CONTUBERNIO SE LLAMA ESO EN BUEN ROMANCE Y ES UN DELITO GRAVE QUE HABRÁ QUE INVESTIGAR ALGUNA VEZ POR EL BIEN DE LO QUE QUEDE DE NACIÓN.

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  2. Profesor Peloecaña, una vez mas me declaro en completa concordancia con sus apreciaciones en cuanto a la eleccion que esta en proceso y en la cual el señor presidente ya ha prevaricado al no cumplir con los terminos de la entrega de la terna. Esperemos que los magistrados elijan al menos malo y que el elegido al investirse proceda a la altura de su elevadisima y poderosa posicion.
    Suday

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  3. Desde el departamento del Meta, un saludo cordial al maestro peloecaña, de nuevo, excelente artículo. Que pesar con esta Institución, convertida en un botín burocrático y arma letal contra la oposición.

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